El día de hoy prometía bastante, lastima la incesante niebla que nos acompañaría todo el día, junto a algo de llovizna a ratos.
Tras el desayuno salimos del hotel Rica Holmenkollen en autobús, con nuestro guía y una guía local conocedora de Oslo, para realizar la visita panorámica de la ciudad. Empezamos haciendo un recorrido urbano por el Palacio Real, la Universidad, el Storting (Parlamento), la Fortaleza de Akershus Slott, y el ayuntamiento de Oslo, donde nos fueron explicaron la historia y detalles de cada lugar, y las opciones para visitarlos por la tarde. Continuamos el recorrido hacia el conocido parque Vigeland.
Se trata de un parque con unas 58 esculturas de bronce y granito al aire libre. Las realizo el escultor Gustav Vigeland en los años 1926 y 1942. Destacan la estatua del niño enojado o con “rabieta”, el (“ Sinnataggen”), de la que se dice está inspirada en un hijo del propio escultor y el Monolito(“Monolitten”), que es un bloque único de granito que se alza sobre una planta octogonal escalonada, tiene 17 metros de altura, y está esculpido con 121 figuras humanas desnudas y entrelazadas. Todo el parque representa la vida del ser humano, en sus diferentes etapas, mostrando el nacimiento, la infancia, la adolescencia, el primer amor, la madurez, los hijos, la familia, la vejez y la muerte.
Desde allí nos fuimos a la península de Bygdoy en Oslo, donde visitamos en primer lugar el museo vikingo. Aquí se conservan autenticas embarcaciones vikingas los Drakkar, armas, instrumentos de la vida diaria, etc.. de aquella época. Destaca el Barco de Oseberg, barco funerario que data del año 820, encontrado a principios del siglo XX.
Desde aquí fuimos al museo Fram, donde se encuentra el navío Fram, con el que el explorador Roald Amundsen conquisto el polo sur. El barco se encuentra en sorprendente estado de conservación ya que data de principios del siglo XX. Abordo se puede visitar la cubierta del barco y los niveles inferiores donde están los camarotes, ropa, armas, utensilios y más abajo la sala de maquinas y los almacenes.
Al terminar la visita al barco Fram, nos llevaron al Museo del folclore Noruego, donde está la impresionante muestra de casas de madera típicas de todos los rincones del país que han ido trasladando allí para su conservación y exposición. Incluso en el interior de estas viviendas se mantiene el mobiliario original, y todo tipo de enseres domésticos tradicionales de la historia del país.
Aquí terminaron nuestras visitas de hoy, fuimos a comer de nuevo en el hotel Rica Victoria donde volvimos a disfrutar de un gran buffet libre. Al terminar de nuevo teníamos la tarde libre para ir por nuestra cuenta donde quisiéramos. Fuimos a visitar la Galería Nacional donde se encuentra el cuadro más conocido del país: el Grito de Munch. La verdad es que a mí no me dijo mucho el cuadro, tampoco el resto de obras del museo que vimos muy rápidamente. Salimos pronto de allí para seguir dando una vuelta por la Karl Johans Gate la avenida principal de Oslo, visitando algunas tiendas por el centro, volviendo al ayuntamiento de Oslo para intentar entrar (otro día que estaba cerrado a las visitas por no sé qué cumbre europea) y así pasamos la tarde hasta que volvimos al hotel donde comimos para coger el autobús.
De nuevo en el hotel Rica Holmenkollen, como aun era bastante pronto, fuimos a ver las conocidas pistas de esquí de Holmenkollen. Algo vimos, pero no mucho debido a la persistente niebla en la parte alta de la ciudad. Lástima porque parece que hay planes de desmantelarlo.
Terminamos el día en el hotel, viendo un poco mejor todo el interior hasta la hora de la cena. Después salí a hacer algunas fotos nocturnas del hotel, que junto a la iluminación y la niebla quedó bastante bonito.