Llevaba ya un tiempo pegando algún pequeño resbalón en las salidas con tierra suelta o piedra mojada, mis suelas estaban ya muy redondeadas, sin apenas agarre y con el dibujo muy desgastado tras solo 2 años de uso intenso.
Algún compi del club de montaña me comento algo de que las suelas Vibram se podían cambiar, así que busque un poco, me puse en contacto con Bestard (el fabricante de mis botas) y tras un par de amables emails me indicaron donde enviarlas y el precio que tendría la sustitución de las suelas.
A las 2 semanas tenia de nuevo mis queridas botas en casa, con una nueva suela Vibram impecablemente sustituida, sin notarse lo mas mínimo nada. Por tan solo 25€ las botas como nuevas, sin tener que gastarme unos 100€ en botas nuevas cuando el resto de la bota estaba perfectamente y con la gran ventaja de que esta bota ya la tengo hecha a mi pie. Si al próximo desgaste de suela sigue bien la bota la volveré a mandar, si no mi próxima bota será sin duda Bestard.