Esta semana santa nos hemos quedado castigados sin salir de viaje. Eso sí, el domingo no lo dejamos pasar y nos fuimos con algunos amigos de Valencia que tampoco pudieron salir fuera, al Peñagolosa.
Salimos por la mañana hacia Vistabella del Maestrazgo con una fuerte tormenta que estaba cayendo sobre valencia, lo cual nos desanimo y casi nos hace volvernos. Conforme íbamos llegando a Castellón fue despejándose y quedando un día radiante.
Salimos desde el Santuario de Sant Joan de Peñagolosa con buen tiempo. Empezamos una ruta alternativa que consistía en subir un tramo por el GR-7 para después coger un PR que llega hasta un refugio que hay en la senda de subida normal al pico. La idea era evitar un poco la masificación que pudiera haber ese día allí al ser una cumbre tan popular y asequible.
El problema fue que al estar nevado de un par de días antes, la senda se perdía, las señales apenas encontrábamos alguna y el recorrido era completamente nuevo para mí, con lo cual al internarnos en el bosque e ir subiendo por una loma perdimos todo rastro de cómo seguir. Buscamos durante un rato, pero al final decidimos volver a los coches ya que el día se estaba volviendo a cerrar y se empezaba a hacer tarde.
Al llegar de nuevo al santuario de Sant Joan, pensamos que después de comer nos daría tiempo a subir a la cumbre por la ruta normal, cosa que descartamos en cuanto se nos puso a llover mientras comíamos y buscamos un refugio.
Por lo menos salimos el domingo y pasamos un buen rato andando por nieve en un paraje espectacular y comiéndonos la mona de pascua tan tradicional por aquí por Valencia. Lástima que el día no acompaño, pero como siempre se suele decir en estos casos, la montaña siempre estará ahí.