Vivir sin generar basura es, hoy en día, un imposible. Y todo lo que tiramos al contenedor acabará casi seguro ocupando espacio en grandes vertederos, quizás contaminando la tierra o quizás siendo quemado y contaminando el aire. Sin embargo, aunque nos parezca inevitable, hay una forma muy sencilla de mitigar estos problemas: reciclando.

Seguramente a estas alturas ya conozcamos el funcionamiento de los contenedores verde, amarillo y azul. Estamos acostumbrados a reciclar vidrio, plástico y papel, que ayuda mucho al medio ambiente, puesto que no sólo evita que se acumulen, sino también reduce la extracción de materias primas necesarias (por ejemplo, reciclando papel reducimos la tala de árboles). Pero ¿qué hay de otros objetos cotidianos? No solo las botellas y los papeles se pueden reciclar, sino que hay muchas más cosas en las que quizás no habías pensado y que también es importante reciclar.
¿Te habías planteado alguna vez qué hacer con la chatarra? ¡No la tires a la basura! Si tienes restos, por ejemplo de una obra, puedes llevarla la chatarrería. Ahí, personal especializado le dará una nueva vida, ya que los metales no se estropean y siempre se van a poder volver a usar si se tratan correctamente. Además, en algunos casos puedes recibir compensación económica, así que te puedes ganar un dinero extra.
Por otro lado, toda la basura orgánica, como pieles de plátano, restos de comida, posos del café o incluso pelos, puede compostarse. Esto no es más que dejar que las bacterias la transformen en compost, que resulta ser una fuente de abono maravillosa para las plantas. Hacer compost es un proceso sencillísimo y puede hacer felices a tus plantas, y a ti ahorrarte un buen dinero en fertilizantes. Además, también puede servirte para empezar tu propio huerto en casa o en el jardín y tener deliciosas verduras y frutas.
¿Qué más se pueden reciclar? Pilas, por supuesto, que no solo son contaminantes sino también peligrosas para la salud si se rompen. Todo tipo de electrodomésticos, cables, CDs, etc, etc también se pueden llevar al punto limpio, donde se reciclarán de manera adecuada y se pueden reutilizar algunas partes. Esto es crucial porque algunas piezas de los móviles u ordenadores tienen materiales muy costosos de extraer y reciclarlos puede ser muy beneficioso para las comunidades que los extraen, y que sufren por ello. Por ejemplo, la extracción del coltán en algunos países de África.
Si queremos rizar el rizo también podemos reciclar los medicamentos expirados, normalmente en la farmacia. Esto es importantísimo para nosotros, para no tomarlos por error. Al fin y al cabo, mucha más gente de la que debería acaba ingresada cada año por tomar medicamentos expirados. Y en algunos sitios, ¡incluso se pueden reciclar las gafas viejas! Se llevan a países en vías de desarrollo, por ejemplo en África, para que personas sin recursos puedan utilizarlas.
Ya hemos visto todas las ventajas que tiene reciclar, y con cuántas cosas se puede hacer. ¡Ahora es tu turno de ponerlo en práctica!