Salir a la montaña y practicar senderismo es una de las formas más interesantes para cuidar nuestra salud y fortalecer los músculos y huesos. La práctica de esta disciplina se presenta como la excusa perfecta para descubrir este otoño nuevas rutas en plena naturaleza. Eso sí, para que la experiencia resulte lo más satisfactoria posible será necesario que dispongas de un equipo básico de senderismo, en donde hay una serie de elementos que se presentan como imprescindibles, como pueden ser las botas de trekking o la mochila.
La práctica de esta actividad aportará muchos beneficios tanto a nuestra salud física como a la mental. Resulta ideal para personas de cualquier edad y nivel, y al no tratarse de un deporte excesivamente exigente podemos marcarnos una serie de metas en función de nuestra condición.
Beneficios del senderismo para la salud
Las caminatas por el monte contribuyen a activar la circulación sanguínea, previene las enfermedades cardíacas y mejoran los niveles de diabetes y colesterol. Además nos ayudará a perder peso. Pero estos son solo algunos de los beneficios del senderismo, como podrás comprobar a continuación.
Previene el sobrepeso
Al tratarse de una actividad aeróbica de larga duración nos ayudara a perder peso. Ten en cuenta que al practicar senderismo pasamos varias horas en constante movimiento, lo que nos exigirá un mayor esfuerzo y por lo tanto se incrementará también el consumo de calorías.
Todo dependerá del grado de dificultad de la ruta y del tiempo que nos lleve, pero es posible perder unas 400 calorías en las salidas.
Prevención de diabetes y enfermedades cardiovasculares
Cuando los niveles de colesterol o glucosa se elevan por encima de lo normal, lo primero que recomiendan los médicos son las caminatas de una hora. Esta actividad nos permitirá nos ayudará a conservar los niveles de azúcar y colesterol dentro de un rango saludable. Con el tiempo evitaremos la aparición de enfermedades coronarias.
Refuerzo de músculos y huesos
El senderismo nos ayudará a ganar en salud, y nuestros huesos y músculos serán los primeros en beneficiarse. Los primeros estarán más sanos y se combatirán dolencias como la artritis. También contribuirá a incrementar la densidad ósea, previniendo enfermedades degenerativas como la osteoporosis. En lo que se refiere a los músculos, saldrán más fortalecidos y con este deporte también se aliviará la tensión muscular que podamos arrastrar.
Mejora de la circulación sanguínea
Al tratarse de una disciplina en la que estamos en constante movimiento, nuestro sistema cardiovascular lo agradecerá. El corazón se ve obligado a bombear más sangre por medio de las venas y conseguirá que circule mejor el flujo sanguíneo y la distribución de oxígeno en el organismo.
Mejora de la memoria y de la orientación
Distintos estudios reconocen que el ejercicio aeróbico sirve de gran ayuda para la mejora de la memoria y de las capacidades cognitivas. Con las rutas de montana, además, conseguiremos desarrollar una mayor destreza a la hora de orientarnos en el medio natural.
Salud psicológica
Casi siempre reparamos en las ventajas que nos proporciona el deporte al apartado físico, descuidando los beneficios desde el punto de vista mental.
Entre otras cosas permitirá reducir el estrés, la ansiedad y la depresión, además de mejorar nuestra autoestima. Cualquier actividad al aire libre se relación con el incremento de la energía y la reducción de la tensión y el malestar.
A la hora de realizar nuestras rutas tendremos la posibilidad de compartir experiencias con otras personas con las mismas aficiones que nosotros. Mantendrás conversaciones muy interesantes y harás buenos amigos. Por último, las caminatas supondrán una estupenda terapia de relajación y mejorará la calidad del sueño.
Qué material es imprescindible para practicar senderismo
Salir al monte y practicar senderismo resulta de lo más sencillo. Pero para que disfrutemos al máximo de esta salida sería necesario equiparse con el equipo básico para satisfacer todas las necesidades e imprevistos que nos encontremos durante el recorrido. Hay una serie de elementos esenciales que no pueden faltar en tu mochila.
El equipamiento imprescindible
- Calzado: debe estar sobre todo adaptado al tipo de terreno y a tus condiciones físicas. Lo adecuado son las botas o zapatillas de trekking, decantándonos sobre todo por la primera opción por su capacidad para proteger el tobillo ante las irregularidades del camino. Lo aconsejable es utilizar un calzado ligero y en donde el pie quede perfectamente ajustado. No se te ocurra estrenarlas el mismo día de la salida, hay que usarlas previamente al menos un par de veces para que el pie se adapte a él.
- Mochila: utiliza una mochila cómoda, con un tejido impermeable que proteja todo lo que llevas en el interior en caso de lluvia. Procura que disponga de unos cuantos bolsillos y resulte espaciosa. Para las caminatas de unas pocas horas será suficiente una de 10 litros, pero para una travesía de varias jornadas tendrás que llevar una más grande de hasta 70 litros.
- Comida y agua: en cualquier ruta de senderismo es preciso llevar siempre algo de comida, que por lo general suelen tratarse de salidas largas y en cualquier instante puede entrarnos el hambre a consecuencia del cansancio. Algo de fruta, unos frutos secos o algo que nos aporte nutrientes será suficiente. Por su parte, el agua también resulta imprescindible, así que no dudes en llevar una cantimplora o una botella.
Otro equipamiento que puedes llevar, pero que resulta opcional son los bastones para andar, cubierta para la lluvia, saco de dormir y tienda de campaña, toalla de viaje de microfibra o un hornillo para la comida si vas a estar varios días fuera de casa.
La ropa que no puede faltar en tu excursión
En cuanto a la elección de la ropa resulta muy importante acertar tanto con las prendas que lleves puestas como las que guardes en la mochila. Entre las que no deben faltar están:
- Pantalones cortos o largos según la climatología, aunque también puedes decantarte por unos largos que se conviertan en cortos.
- Calcetines de buena calidad que resulten confortables y eviten la aparición de roces y ampollas.
- Ropa interior transpirable fabricada con fibra sintética.
- Una chaqueta fina de plumón o un forro polar como capa intermedia para las cimas.
- Como algo opcional se encuentran una camiseta y ropa interior de recambio, un impermeable para la lluvia, chaqueta de plumón, guantes y gorra o pañuelo para la cabeza.
Material de supervivencia y primeros auxilios
Nunca estaría de más llevar con nosotros un pequeño botiquín para tratar cualquier contratiempo que pudiera surgir. Otros elementos imprescindibles son unas gafas de sol y protector solar, una navaja multiusos, un frontal, un móvil cargado, documentos de identidad y los números de las personas a llamar en caso de accidente.
Para no perderse por el camino
Por último, hay que hacer mención también a la navegación. Antes de salir de casa organiza tu itinerario e infórmate lo máximo posible sobre la ruta. Para ayudarte tienes la posibilidad de recurrir al móvil con una aplicación GPS, un reloj GPS con altímetro y barómetro, un mapa topográfico y una brújula si lo consideras oportuno.