Como prepararnos para correr una «Trail»

Me encanta febrero. Los días comienzan a ser más largos, las temperaturas más suaves, y las oportunidades para salir al campo mayores. Es el mes idóneo para empezar a preparar las carreras de trail que me he marcado con tanta ilusión en el calendario. Si tú también tienes el veneno de correr por el monte metido en las venas, o si te apetece iniciarte, antes de salir pitando a tu tienda de running más cercana deja que te cuente todo lo que necesitas.

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Y es que salir a correr por el campo no es tan sencillo. No debes olvidarte que es un medio hostil. Vale, el día de la carrera está balizado, y contamos con una organización que se encarga de nuestra seguridad, pero hasta llegar a ese punto, tenemos que entrenar y prepararnos durante unas cuantas horas por nuestra cuenta, por eso es mejor tener claro todo lo que necesitamos para esos días de entrenamiento tan necesarios para afrontar con garantías una carrera de trail.

Equipamiento básico para trail running

Aunque todos tenemos la creencia que correr es uno de los deportes más baratos que existen, eso no es del todo cierto. Es verdad que a priori no requerimos de monitores, entrenadores o profesores para llevarlo a cabo, y que unas zapatillas y camiseta pueden ser más que suficiente para iniciarse.

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Pero si quieres disfrutar del monte y afrontar la carrera con cierta preparación, hay algún equipamiento básico que no podemos olvidar y que conviene repasar.

Zapatillas específicas de trail running

Las zapatillas son uno de los elementos más importantes a la hora de correr por el campo. Piensa que es el punto de contacto con un terreno que no es homogéneo ni mucho menos.

Hay muchas diferencias con respecto a sus primas hermanas, las zapatillas de asfalto. La suela suele estar hechas de compuestos más adherentes, y el dibujo está más preparado para traccionar en terrenos irregulares.

Como en el caso de las zapatillas de asfalto, la amortiguación de la zapatilla de trail varía mucho en gustos, aunque suele ser algo más dura, ya que la superficie por la que transitamos, a su vez, suele ser algo más blanda.

Por su parte, el upper o la estructura superior suele estar mucho más armada, al tener que soportar mayores torsiones y las agresiones del propio terreno (ramas, piedras, etc.).

La horma también tiende a ser más ancha. Las salidas y carreras de trail suelen tener más duración que las de asfalto, por lo que el pie tiende a hincharse más.

Pero lo más importante a la hora de seleccionar tus zapatillas de trail es saber qué quieres hacer con ellas. Tener claro el tipo de terreno donde las vas a usar, así como la distancia o tiempo de carrera, son claves en el momento de la elección.

El tipo de zapatilla va a variar mucho dependiendo si la vas a usar por poner algunos ejemplos, en una distancia corta con un terreno embarrado, si la vas a usar en terreno técnico con grandes desniveles, o si vas a hacer pistas más o menos secas durante muchos kilómetros.

Ropa deportiva para carreras de montaña

Por su parte, el textil también difiere bastante de la ropa de running tradicional. Las prendas específicas se orientan a la ligereza y a que ocupen menos espacio a la hora de portearlas, a la vez que algunas cuentan con compartimentos específicos que te permitan llevar algo de comida, unas llaves, guantes, gafas, o incluso una pequeña botella o recipiente para agua.

Así, puedes encontrar pantalones y mallas de trail running con varios y generosos bolsillos en los laterales o en la cintura, que permiten su uso como una riñonera. Y no, no son incómodos. Los materiales y su nivel de ajuste y elasticidad están pensados para que lo que lleves no vaya bailando y no rebote en cada zancada o salto.

Camisetas, segundas capas y chaquetas

Como ya hemos comentado, el monte es imprevisible, y vamos a pasar muchas horas en él preparando nuestra carrera de trail. Nadie te va a garantizar el tiempo el día de la carrera, por lo que seguramente te enfrentarás a condiciones climatológicas cambiantes en cualquier entrenamiento.

En verano y en condiciones favorables, una sencilla camiseta puede ser suficiente, pero en primavera, otoño e invierno, la norma de las tres capas en la montaña se impone: una primera capa pegada al cuerpo que absorba el sudor, una segunda capa más suelta que se mantenga seca y abrigue un poco, y una tercera capa de abrigo y cortavientos en caso de que sea necesario.

La tercera capa, que muchas veces puede hacer las veces de segunda capa, es una prenda fundamental. Un cortavientos específico de montaña que sea ligero, fácil de transportar, y a la vez tenga cierta impermeabilidad y transpirabilidad, es un seguro de vida en la montaña. No son baratos, pero es una prenda que se desgasta relativamente poco, y que te puede librar de más de un momento incómodo. Una buena inversión en todos los sentidos.

Complementos textiles

Para completar tu ropa deportiva, no te olvides de unos complementos textiles fundamentales. Unos calcetines específicos que te protejan de ampollas, guantes más o menos finos o gruesos según el gusto, y badana o gorras para cubrir la cabeza.

Otros accesorios trail running: mochila, bastones y otros

Por último, pero no menos importante, puedes hacerte con unos cuantos accesorios que te hagan la vida más fácil en la montaña a la hora de salir a entrenar.

Una mochila ligera te permitirá portear algo de ropa extra para abrigarte o cambiarte, además de algo de comida y bebida. Están diseñadas para ajustarse a tu cuerpo y son realmente cómodas a la hora de correr y moverte por la montaña.

Los bastones de trail, aunque no es parte del equipamiento básico, sí que son de gran ayuda a la hora de realizar tiradas largas, apoyarte en terreno irregular, o afrontar grandes desniveles. Se agradece el peso que van quitando en tus piernas a cada apoyo.

Y a partir de aquí, lo que cada uno quiera gastarse: GPS específico en el que poder cargar una ruta, un buen frontal por si se hace de noche, una navaja suiza por lo que pudiera pasar, etc.

No te olvides de la nutrición

En una carrera de trail running, controlar la nutrición es fundamental. Aunque tengas avituallamientos, y la distancia que haya entre uno y otro parezca poca, el tiempo en recorrerla puede alargarse más de la cuenta.

Siempre es preferible pensar que estás en semiautosuficiencia y en consecuencia has de llevar tu propia nutrición, por si acaso.

Entrena qué tipo de nutrición te viene mejor. Frutos secos, barritas energéticas y geles son siempre lo más socorrido.

Y dale mucha importancia a la hidratación. El trail running es muy exigente muscularmente hablando y es común ver calambres y tirones a causa de la deshidratación. Si eres carne de cañón en ese sentido, no tengas reparo en probar las pastillas de sales. Te aportarán una carga de electrolitos adicional para prevenir los dichosos calambres.

Planifica tu entrenamiento hasta el día de la carrera

Pero pese a todos estos consejos, lo más importante es que salgas a entrenar de manera consciente, con motivación, y sobre todo, gradualmente.

Aunque veas los logros de los demás en carreras muy técnicas o de mucha distancia, el trail running es una actividad de placer que entraña muchos riesgos y conviene ir mejorando de manera gradual.

Documéntate bien sobre las rutas que quieres hacer, y sobre todo, oriéntalas a poder afrontar situaciones similares del día de la carrera.

Y no te olvides que la base del trail running no es otra que ir lo más rápido posible de un punto a otro del monte. Pero siempre disfrutando y respetando la naturaleza.

Venga, ¡a qué esperas!, ¡ponte a correr!

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