Este año nos hemos quedado sin vacaciones de Semana Santa 🙁
Tras estar esperando la llegada de estos días durante varias semanas para poder desconectar y realizar actividades al final nada. Unos días buscando alojamiento, preparando las rutas, viendo mapas, horarios, etc… todo para nada.
Salimos el miércoles 19 por la mañana desde casa y llegamos a Sallent de Gallego a primera hora de la tarde. Ahora que la autovía a Zaragoza esta terminada nos plantamos allí en 4h30min, lo cual me parece que va a hacer que vayamos bastante más a menudo. En fin, estuvimos por allí toda la tarde echando fotos, fuimos a ver el pueblo reconstruido de Lanuza y a tomar algo por Sallent. Después nos acercamos al parking de las pistas de Anayet, desde íbamos a comenzar la ruta al día siguiente para subir el Vértice de Anayet (2.559m.).
Tras ver el atardecer por la zona nos fuimos al albergue de El Ultimo Bucardo que teníamos reservado para esa noche en Linas de Broto. Tras la cena algún intento de fotografía nocturna con el fuerte viento helado que hacia y a dormir pronto.
A la mañana siguiente nos levantamos, desayunamos, preparamos el material y lo metimos en el coche. A los 30 segundos de poner el coche en marcha este se paró y no volvió a arrancar. Tras varios intentos y pruebas nada. Desde el albergue llamamos al seguro, nos mandaron una grúa que venia desde Boltaña, la cual al llegar nos recogió y nos llevo al taller. Allí no supieron averiguar muy bien lo que le ocurría al coche y al ser medio festivo y estar ya pasado el mediodía nos dijeron que lo tendrían que mirar la semana que viene.
Por lo que llamamos al seguro y ellos se hicieron cargo de todo (que comercial ha quedado esta frase) nos pusieron un Taxi desde Boltaña hasta la puerta de casa en Picassent (Valencia) y a las 7 de la tarde ya estábamos de nuevo en casa, tristes, deprimidos, como si nos hubieran arrancado de pirineos, con las mochilas preparadas… en fin. Si nos hubiéramos quedado allí el seguro no nos pagaba el traslado a casa y de todas formas, allí es complicado moverse y realizar actividades sin coche por lo que vimos que era la mejor opción.
El coche nos lo enviaron a nuestro taller aquí cerca de casa, donde lo arreglaron sin mucho problema en un rato, ya que era una tontería de reparación que no requería ni repuestos ni nada. Pasaremos algún día por el taller de Boltaña a saludar.
Tras unas vacaciones canceladas, lo único que nos consuela es que al día siguiente del incidente con el coche empezó a empeorar bastante el tiempo y ya no hubiéramos hecho mucho mas que turismo y por lo menos nos sirvió para comprobar lo rápido que llegamos ahora a toda la zona del Pirineo Oscense. El mes que viene si no ocurre nada, volveremos para resarcirnos.