Al igual que todos los años, realizamos la marcha nocturna a La Vella, en la sierra de Crevillent con nuestros compañeros y amigos del club de montaña Acclivis.
Salimos sobre las 8 de la tarde desde el pie de la sierra, en una zona de casas y campos todavía con luz del sol. Fuimos subiendo por la pista que lleva hasta la mina del Marxant, para después cruzar el barranco y coger la Costera de Cati, pista forestal que lleva directo a la cumbre, eso sí con acceso restringido al tráfico de vehículos de motor.
Durante la subida, pese a no pegar el sol directamente y quedar poco rato de luz el calor era sofocante, ya que ese día había hecho bastante calor y había muchísima humedad en el ambiente. Al llegar a la zona norte de la sierra se acabo de poner el sol y la oscuridad lo cubría todo por momentos.
Éramos un grupo grande, alrededor de 50 personas y fuimos llegando poco a poco a la tabla de orientación y al pilón que hay en la cumbre, junto a las antenas del repetidor, para empezar a cenar por allí arriba viendo el paisaje luminoso de toda la costa de alicante.
Cuando se hizo hora de empezar a bajar, ya era totalmente de noche y empezó a asomar la luna. El descenso lo hicimos por la misma pista de subida, por la parte norte totalmente a oscuras con ayuda de la contaminación lumínica y de linternas o frontales que llevábamos.
Al cruzar a la parte sur de la sierra la luna casi llena ya estaba en todo lo alto alumbrándonos perfectamente el camino y todo el entorno sin que sea necesario ningún otro medio artificial. Y poco a poco fuimos llegando a los coches, ya pasada la 1 de la madrugada habiendo disfrutado todos de una noche fresca y en buena compañía, con el atractivo de una noche de verano. Hasta el año que viene.