Uno de los lugares del pirineo oscense donde solemos ir a menudo, ya sea en otoño, invierno, primavera o verano, es el Valle de Benasque. Hace tiempo que perdimos la cuenta de cuantas veces hemos estado recorriendo las diferentes zonas del valle, sus picos, ríos, lagos y cascadas, tanto en ruta de raquetas de nieve, practicando la fotografía de montaña o simplemente caminando. En otros artículos cuento experiencias más detalladas de estas rutas, pero hasta ahora nunca de una forma más cercana a quienes no practican habitualmente deportes de montaña pese a que el valle tiene una gran variedad de posibles actividades, rincones a visitar y alojamientos para todos los gustos.
Dentro de toda planificación para las vacaciones lo primero que solemos mirar todos es el lugar. Una vez claro empezamos a mirar el alojamiento que más se adapte a nuestros gustos, necesidades, planes y por supuesto economía.
Dentro de la amplia oferta que existe en todo el Valle con albergues, campings y hoteles, vamos a decantarnos por un lugar más apartado del bullicio de Benasque, buscando por ejemplo Hoteles en Cerler, donde tenemos varias ofertas como el Evenia MonteAlba. Esta forma de alojamiento, aunque algo más cara que un camping (últimamente no hay tanta diferencia) nos aporta mucha comodidad y despreocupación de otras tareas, sobre todo si nos centramos en disfrutar y aprovechar cada día al máximo o si viajamos en familia con niños.
Que Hacer en Cerler? En la misma población ya tenemos mucha oferta con excursiones y senderismo, rutas nocturnas espectaculares para hacer en verano, actividades para niños, etc. perfecto para no tener que desplazarse todos los días por el valle.
Si queremos conocer el valle hay que utilizar el coche y no perderse lugares a los que llegar realizando senderismo como el Forau de Aigualluts, la cascada de Aigualluts, las vistas al macizo de la Maladeta con el pico Aneto, el valle de Estos y su ibón de Batisielles y así un larguísimo etc. que dan para volver una y otra vez a esta zona del pirineo.
Una vez mas, volvemos al planteamiento inicial según el tipo de actividad, gustos y economía. A veces vale la pena gastar un poco mas y disfrutar las escasas vacaciones que tenemos al máximo, ya sea de forma activa o descansando de verdad en un hotel de montaña.